
Cuando uno usa una herramienta, o accede e interactúa con un sistema, suele haber "algo" entre uno mismo y el objeto de interacción. Ese algo, que es a la vez un límite y un espacio común entre ambas partes, es la interfaz.
La interfaz no es sólo el programa que se ve en la pantalla. Desde el momento que el usuario teclea una URL, comienza a interactuar con el producto y por lo tanto, comienza su experiencia.
¿Por qué es importante la interfaz?
Interactuamos con el mundo que nos rodea a través de cientos de ellas. Muchas son tan conocidas y aceptadas, como el picaporte de las puertas, que ni siquiera vemos.
"La mejor interfaz es en la que no te fijas"
Sin embargo muchas de ellas, por nuevas, desconocidas o mal diseñadas, son visibles. El mejor sistema o la herramienta perfecta, es inútil si no podemos interactuar con ellos.
¿Cuántas veces no encuentran lo que buscan o no saben cómo hacer lo que quieren? Esta situación es el resultado de una mala interfaz, que a su vez genera un problema de usabilidad.
La red y la comunicación hipermedial están generando un nuevo medio de comunicación. La interfaz de estos nuevos medios, juega un papel más importante aún que el que han tenido hasta ahora.
¿Cuál es el coste de una mala interfaz?
Algunos de ellos son cuantificables y otros no. ¿Cuánto vale un cliente insatisfecho? Es difícil medirlo en dinero, pero son costes que nadie puede asumir.
Actualmente hasta el 45% del código de una aplicación está dedicado a la interfaz. Sin embargo se dedica algo menos del 10% del presupuesto global de un proyecto a su desarrollo.
La interfaz no es sólo el programa que se ve en la pantalla. Desde el momento que el usuario teclea una URL, comienza a interactuar con el producto y por lo tanto, comienza su experiencia.
¿Por qué es importante la interfaz?
Interactuamos con el mundo que nos rodea a través de cientos de ellas. Muchas son tan conocidas y aceptadas, como el picaporte de las puertas, que ni siquiera vemos.
"La mejor interfaz es en la que no te fijas"
Sin embargo muchas de ellas, por nuevas, desconocidas o mal diseñadas, son visibles. El mejor sistema o la herramienta perfecta, es inútil si no podemos interactuar con ellos.
¿Cuántas veces no encuentran lo que buscan o no saben cómo hacer lo que quieren? Esta situación es el resultado de una mala interfaz, que a su vez genera un problema de usabilidad.
La red y la comunicación hipermedial están generando un nuevo medio de comunicación. La interfaz de estos nuevos medios, juega un papel más importante aún que el que han tenido hasta ahora.
¿Cuál es el coste de una mala interfaz?
Algunos de ellos son cuantificables y otros no. ¿Cuánto vale un cliente insatisfecho? Es difícil medirlo en dinero, pero son costes que nadie puede asumir.
Actualmente hasta el 45% del código de una aplicación está dedicado a la interfaz. Sin embargo se dedica algo menos del 10% del presupuesto global de un proyecto a su desarrollo.